Ir al contenido principal

Epístola primera, para usted querido lector.

Bienvenido a este espacio,  puede usted sentirse o no identificado con lo que aquí se publica, esperamos que ocasione algo en su interior, alegría, tristeza, nostalgia, ira, duda o cualquier otra emoción,  esperamos que nuestras palabras cumplan al menos con un único objetivo: alterar algo en su interior,  de lo contrario serían palabras muertas, tiempo perdido.

¿Tienen nuestras publicaciones un destinatario? la respuesta a esta pregunta quedará a la imaginación de cada uno, permítase leer estos escritos no con ojos de detective sino con ojos de niño, juegue con las palabras, puede usted tener el papel que desee, escritor, musa, destinatario ideal, accidental o simplemente un curioso más en un mensaje ajeno.

¿Quién nos inspira? nos inspira el amor, el amor en todas sus presentaciones, una sonrisa, un lindo día, el beso de madre, un adolescente enamorado, el placer  de hacer lo que nos apasiona.
Nos inspira la vida, y la vida para ser vida debe contener amor, la única condición para que usted se sepa vivo es amar algo, amar su familia, su pareja, amar su profesión, amar el día a día, y ese es nuestro motor.

Sobre nosotros...lo único que de nosotros podemos contarle es lo que leerá en las entradas posteriores, eso es más de lo que alguien quisiera saber, tienen ustedes en un link la clave de acceso a un par de corazones poco anónimos, no siendo más, disfruten su estadía en esta pequeña habitación de nuestra alma.


No se hace arte por el dinero que se recibe a cambio sino por el placer que se obtiene al alimentar una pasión.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Juramento

Te juro que renacerá un nosotros, no del polvo ni de las cenizas, renacerá de la nada. Te juro que renacerá un nosotros, tal vez no hoy, ni mañana. En el kyros renacerá. Te juro que volverás a la utopía y el delirio regresará a ti, te lo juro por la fuerza de nuestros latidos. Te juro que aún restan lunares por conquistar y miedos por derrotar. Te lo aseguro sin temor a equivocarme que tanto tú como yo no hemos logrado perdonar esta deuda de amor.  Te juro por el sueño que me desvela que moriría por llenar hasta tu último rincón.  ¿Y tú? ¿Qué me juras?

Más grande que otros infinitos

¿De qué te sirvieron tantas noches tras los libros? ¿De qué te sirvieron las montañas de ejercicios?¿Qué falló en la ecuación? Te creí capaz de solucionar cualquier problema que involucrara números... no, no eres tan bueno.  Te daré un chance más, es sencillo, vamos, inténtalo una vez más. Dime cuántos días restan hasta que pueda no recordarte al menos por 24 horas. Dime cuánto tardará cada beso en desdibujarse de mi piel. Dime cuánto tardará mi muñeca en lograr enlazarse a otra. Dime qué tanto debo sonreír mientras me preguntan por ti para lograr que el "no me importa" por fin sea real. Dime a qué distancia debo estar para poder olvidar. ¿Cuántas lágrimas debo derramar para que dejes de doler? Ayúdame a calcular las dimensiones de tu ausencia, me niego a creer que simplemente es un gran infinito, dime que solo es uno pequeño, uno que al menos pueda intentar cubrir  con un amor medio grande. Dime que tu ausencia no es tan extensa como tu amor, dime que es más...

Déjalo ir

Rasga tus vestiduras , golpea el suelo, lanza las almohadas contra las paredes, siente como se calienta tu sangre, como se acelera tu corazón y de repente se ralentiza.  Sírvete una copa, escucha la canción de la primera cita, grita, estalla, desgarra tu alma, hala tu cabello, llora hasta flaquear, derrama hasta la última gota de fuerza, enfurece, empuña tus manos, golpea el aire, rompe fotos, pulveriza cartas, inhala, exhala, déjalo ir. Escucha el latir de tu corazón, calla tu mente, aprieta los párpados tan fuerte como puedas, siente el dolor, siéntelo... soporta un poco más, tu rostro pide a gritos descanso. Déjalo ir. Abre los ojos, ¿arden un poco, verdad? Intenta cerrarlos de nuevo delicadamente para aliviar un poco la incomodidad que provoca la luz, ¿qué son esos destellos? Poco a poco se desvanecen las manchas de oscuridad. Mírate al espejo, sonríete. Es cierto, uno se cura, uno se cura por mero instinto de supervivencia. Uno se cura porque se cansa, se cansa de...