Ir al contenido principal

Vino

Ha pasado un año, casi trece meses para ser más exactos. Quisiera tener el poder de editar ese último encuentro, el tiempo trajo claridad y la soledad resolvió mis dudas; nos faltó audacia para controlar la furia que nos desbordaba, la inexperiencia fue mi enemiga y nos ahogó tus desgano por tomar el timón.

La cubierta quedó destrozada y las velas totalmente rasgadas. Llevaba dos botellas de vino, vino... ¡cuánto lo aborrezco!, la primera noche bebí tres copas contigo, cada trago se aferraba a mi garganta y la anudaba provocando reacciones que gracias a la vida solo yo podía percibir. La botella quedó totalmente vacía, tu parecías feliz, yo lo estaba también excepto por ese asqueroso trago que no sé quién te enseño a apreciar; no debimos beberla, de no haberlo hecho estaría en el fondo con su compañera, la que guardé para la despedida, y no flotando en mis orillas bailando de aquí a allá completamente vacía, sin mensaje, sin propósito, sin memoria, inservible y repugnante.

¿Dónde te quedaste Cielo?, de repente te enfureciste, éramos minúsculos y sabías que agotarías mis esfuerzos; ¿dónde te quedaste Cielo?,  logro percibirte gris cuando me acerco. ¿Dónde te quedaste Cielo?, yo llevé vino, lo llevé para recargarte, para desinhibirte, para mostrarte, para despejarte... ahora lo veo, dime que no funcionó, dime Cielo que fue el vino quien fracasó.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Juramento

Te juro que renacerá un nosotros, no del polvo ni de las cenizas, renacerá de la nada. Te juro que renacerá un nosotros, tal vez no hoy, ni mañana. En el kyros renacerá. Te juro que volverás a la utopía y el delirio regresará a ti, te lo juro por la fuerza de nuestros latidos. Te juro que aún restan lunares por conquistar y miedos por derrotar. Te lo aseguro sin temor a equivocarme que tanto tú como yo no hemos logrado perdonar esta deuda de amor.  Te juro por el sueño que me desvela que moriría por llenar hasta tu último rincón.  ¿Y tú? ¿Qué me juras?

Más grande que otros infinitos

¿De qué te sirvieron tantas noches tras los libros? ¿De qué te sirvieron las montañas de ejercicios?¿Qué falló en la ecuación? Te creí capaz de solucionar cualquier problema que involucrara números... no, no eres tan bueno.  Te daré un chance más, es sencillo, vamos, inténtalo una vez más. Dime cuántos días restan hasta que pueda no recordarte al menos por 24 horas. Dime cuánto tardará cada beso en desdibujarse de mi piel. Dime cuánto tardará mi muñeca en lograr enlazarse a otra. Dime qué tanto debo sonreír mientras me preguntan por ti para lograr que el "no me importa" por fin sea real. Dime a qué distancia debo estar para poder olvidar. ¿Cuántas lágrimas debo derramar para que dejes de doler? Ayúdame a calcular las dimensiones de tu ausencia, me niego a creer que simplemente es un gran infinito, dime que solo es uno pequeño, uno que al menos pueda intentar cubrir  con un amor medio grande. Dime que tu ausencia no es tan extensa como tu amor, dime que es más...

Déjalo ir

Rasga tus vestiduras , golpea el suelo, lanza las almohadas contra las paredes, siente como se calienta tu sangre, como se acelera tu corazón y de repente se ralentiza.  Sírvete una copa, escucha la canción de la primera cita, grita, estalla, desgarra tu alma, hala tu cabello, llora hasta flaquear, derrama hasta la última gota de fuerza, enfurece, empuña tus manos, golpea el aire, rompe fotos, pulveriza cartas, inhala, exhala, déjalo ir. Escucha el latir de tu corazón, calla tu mente, aprieta los párpados tan fuerte como puedas, siente el dolor, siéntelo... soporta un poco más, tu rostro pide a gritos descanso. Déjalo ir. Abre los ojos, ¿arden un poco, verdad? Intenta cerrarlos de nuevo delicadamente para aliviar un poco la incomodidad que provoca la luz, ¿qué son esos destellos? Poco a poco se desvanecen las manchas de oscuridad. Mírate al espejo, sonríete. Es cierto, uno se cura, uno se cura por mero instinto de supervivencia. Uno se cura porque se cansa, se cansa de...