Ir al contenido principal

La última cuerda

Es una pena que después de vos me importe lo que viene después del sexo. 
No, no llenaste un vacío, me hiciste un hueco. ¿Qué se supone que haga ahora?, ¿buscarte como una loca argumentando que como vos no he de encontrar nada en la vida? Jamás me importaron las frases, imágenes y canciones, las reutilicé en más de una ocasión, descubrí que no es pecado repetir las dedicatorias, pues en medio de nuestro egoísmo humano regalamos al otro lo que nos deleita a nosotros; no importa cuántas veces dedique la misma puta canción, ya no es un secreto que se trata de lo que me hace sentir y no de lo que quiero que sientan; no son tuyas, no lo son... ni las frases, ni las canciones, ni los poemas, ni las estrellas, ni las miradas,  ni las sonrisas, ni las fotografías; no lo son y nunca lo fueron, están conmigo y van de mano en mano.

Es una pena que después de vos me importe lo primero que veo en la mañana, 
es una pena que después de vos me importe lo que el homenajeado piense de mi presente, 
es una pena que después de vos me importe quien sea mi compañero de tragos, 
es una pena que después de vos me importe no pasar un examen,
es una pena que después de vos me importe la misa del domingo, 
es una pena que después de vos me importe el beso de buenas noches, 
es una pena que después de vos me importe la cantidad de azúcar para el café,
es una pena que después de vos me importe la oración de la mañana, 
es una pena que después de vos me importe la apariencia de mis uñas,
es una pena que después de vos me importe el estúpido twitter,
es una pena que después de vos me importe la consecuencia de mis palabras, 
es una pena que después de vos me falte hasta el alma
es una pena que después de todo me importes vos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Juramento

Te juro que renacerá un nosotros, no del polvo ni de las cenizas, renacerá de la nada. Te juro que renacerá un nosotros, tal vez no hoy, ni mañana. En el kyros renacerá. Te juro que volverás a la utopía y el delirio regresará a ti, te lo juro por la fuerza de nuestros latidos. Te juro que aún restan lunares por conquistar y miedos por derrotar. Te lo aseguro sin temor a equivocarme que tanto tú como yo no hemos logrado perdonar esta deuda de amor.  Te juro por el sueño que me desvela que moriría por llenar hasta tu último rincón.  ¿Y tú? ¿Qué me juras?

Más grande que otros infinitos

¿De qué te sirvieron tantas noches tras los libros? ¿De qué te sirvieron las montañas de ejercicios?¿Qué falló en la ecuación? Te creí capaz de solucionar cualquier problema que involucrara números... no, no eres tan bueno.  Te daré un chance más, es sencillo, vamos, inténtalo una vez más. Dime cuántos días restan hasta que pueda no recordarte al menos por 24 horas. Dime cuánto tardará cada beso en desdibujarse de mi piel. Dime cuánto tardará mi muñeca en lograr enlazarse a otra. Dime qué tanto debo sonreír mientras me preguntan por ti para lograr que el "no me importa" por fin sea real. Dime a qué distancia debo estar para poder olvidar. ¿Cuántas lágrimas debo derramar para que dejes de doler? Ayúdame a calcular las dimensiones de tu ausencia, me niego a creer que simplemente es un gran infinito, dime que solo es uno pequeño, uno que al menos pueda intentar cubrir  con un amor medio grande. Dime que tu ausencia no es tan extensa como tu amor, dime que es más...

Déjalo ir

Rasga tus vestiduras , golpea el suelo, lanza las almohadas contra las paredes, siente como se calienta tu sangre, como se acelera tu corazón y de repente se ralentiza.  Sírvete una copa, escucha la canción de la primera cita, grita, estalla, desgarra tu alma, hala tu cabello, llora hasta flaquear, derrama hasta la última gota de fuerza, enfurece, empuña tus manos, golpea el aire, rompe fotos, pulveriza cartas, inhala, exhala, déjalo ir. Escucha el latir de tu corazón, calla tu mente, aprieta los párpados tan fuerte como puedas, siente el dolor, siéntelo... soporta un poco más, tu rostro pide a gritos descanso. Déjalo ir. Abre los ojos, ¿arden un poco, verdad? Intenta cerrarlos de nuevo delicadamente para aliviar un poco la incomodidad que provoca la luz, ¿qué son esos destellos? Poco a poco se desvanecen las manchas de oscuridad. Mírate al espejo, sonríete. Es cierto, uno se cura, uno se cura por mero instinto de supervivencia. Uno se cura porque se cansa, se cansa de...