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Sí se puede vivir viajando

Uno de mis propósitos para este 2019 es cultivar más mi hábito de lectura, es así como a hoy 8 de febrero voy por mi sexto libro, debo confesarles que dos de ellos han sido audiolibros y  también que dos semanas de vacaciones forzosas me dieron un poco más de tiempo libre del que tomé mucha ventaja.

Sí se puede vivir viajando llegó a mis manos en noviembre del año pasado, fue el regalo de cumpleaños de mi papá :)
Para serles sincera no me sentía ansiosa por comenzarlo a leer, me parecía un libro interesante más por sus autores que por el título, me daba un poco de miedo encontrarme con una suerte de decálogo para el éxito viajero o cinco pasos mágicos para lograr vivir de país en país.

Fue muy grato encontrarme con una lectura totalmente diferente, el libro es sencillamente encantador. Cada uno de los autores nos relata de manera breve lo que ha sido su vida como viajero, así, sin recetas mágicas, sin tres pasos infalibles para el triunfo, sin trucos para empacar la maleta de mochilero o tips para encontrar vuelos baratos. Los relatos de viajes de estos aventureros te logran atrapar de tal manera que es imposible no sentir cosquillas en la panza, un poco de adrenalina y hasta sufrir leyendo sus más amargas experiencias en la búsqueda de sus sueños.



Cada uno de ellos encontró su camino después de varios intentos y muchos actos de fe. Viajeros de 20 y de 40, solteros y casados, con y sin hijos, empresarios y mochileros… los autores son tan diversos que para mí resulta imposible no creer que sí se puede vivir de lo que se ama.

No importa si tu pasión es o no viajar, recomendaría este libro a cualquiera que esté en búsqueda de un poco de inspiración. 

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Juramento

Te juro que renacerá un nosotros, no del polvo ni de las cenizas, renacerá de la nada. Te juro que renacerá un nosotros, tal vez no hoy, ni mañana. En el kyros renacerá. Te juro que volverás a la utopía y el delirio regresará a ti, te lo juro por la fuerza de nuestros latidos. Te juro que aún restan lunares por conquistar y miedos por derrotar. Te lo aseguro sin temor a equivocarme que tanto tú como yo no hemos logrado perdonar esta deuda de amor.  Te juro por el sueño que me desvela que moriría por llenar hasta tu último rincón.  ¿Y tú? ¿Qué me juras?

Más grande que otros infinitos

¿De qué te sirvieron tantas noches tras los libros? ¿De qué te sirvieron las montañas de ejercicios?¿Qué falló en la ecuación? Te creí capaz de solucionar cualquier problema que involucrara números... no, no eres tan bueno.  Te daré un chance más, es sencillo, vamos, inténtalo una vez más. Dime cuántos días restan hasta que pueda no recordarte al menos por 24 horas. Dime cuánto tardará cada beso en desdibujarse de mi piel. Dime cuánto tardará mi muñeca en lograr enlazarse a otra. Dime qué tanto debo sonreír mientras me preguntan por ti para lograr que el "no me importa" por fin sea real. Dime a qué distancia debo estar para poder olvidar. ¿Cuántas lágrimas debo derramar para que dejes de doler? Ayúdame a calcular las dimensiones de tu ausencia, me niego a creer que simplemente es un gran infinito, dime que solo es uno pequeño, uno que al menos pueda intentar cubrir  con un amor medio grande. Dime que tu ausencia no es tan extensa como tu amor, dime que es más...

Déjalo ir

Rasga tus vestiduras , golpea el suelo, lanza las almohadas contra las paredes, siente como se calienta tu sangre, como se acelera tu corazón y de repente se ralentiza.  Sírvete una copa, escucha la canción de la primera cita, grita, estalla, desgarra tu alma, hala tu cabello, llora hasta flaquear, derrama hasta la última gota de fuerza, enfurece, empuña tus manos, golpea el aire, rompe fotos, pulveriza cartas, inhala, exhala, déjalo ir. Escucha el latir de tu corazón, calla tu mente, aprieta los párpados tan fuerte como puedas, siente el dolor, siéntelo... soporta un poco más, tu rostro pide a gritos descanso. Déjalo ir. Abre los ojos, ¿arden un poco, verdad? Intenta cerrarlos de nuevo delicadamente para aliviar un poco la incomodidad que provoca la luz, ¿qué son esos destellos? Poco a poco se desvanecen las manchas de oscuridad. Mírate al espejo, sonríete. Es cierto, uno se cura, uno se cura por mero instinto de supervivencia. Uno se cura porque se cansa, se cansa de...