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Patas arriba: la escuela del mundo al revés


Hoy quiero compartirte una perla, el libro con el que conocí a mi autor favorito: Eduardo Galeano.

Por recomendación de un viejo amor llegó a mis manos, no podía dejar de leer, estaba fascinada. Al llegar al final no pude más que dejar salir un suspiro que aún no sé con certeza lo que significaba, contenía un poco de asombro, ira y satisfacción de conocer verdades ocultas.

No sé cuál sea el tipo de lectura que más te atrapa, a mí me atrapan las lecturas que me hacen sentir que me arrancan una venda de los ojos, las que me acercan a la verdad, las que me regalan perspectiva, las que me ponen del otro lado de la historia. Galeano, la voz abierta de América Latina logró capturar toda mi atención con sus palabras.

Tal vez hayas oído sobre su famosa obra “Las venas abiertas de América Latina”, libro que fue censurado por las dictaduras militares de Uruguay, Argentina y Chile; o sobre “Úselo y tírelo” una crítica a la sociedad de consumo. Podría quedarme un largo rato recomendando obras del maestro Galeano pero debo ir al grano.

Volví a leer “Patas arriba, la escuela de mundo al revés” por segunda vez y descubrí cosas que no había logrado entender en la primera lectura. Era tanta la fiebre que el libro había causado en mí que todo el tiempo hablaba de él, lo que despertó la curiosidad de mis compañeros de universidad, se lo presté a un amigo, luego a otro, luego a otro y al cabo de un par de meses ya tenía lista de espera para su préstamo. Estuve un año y medio fuera del país y mientras tanto el libro seguía viajando de mano en mano, mis compañeros se lo prestaban a sus familiares, parejas y volvía a la universidad, pasó por la facultad de ingeniería, volvió a económicas, y al final cuando creí que lo volvería a recuperar, por un accidenté terminó dentro de una caja para donación.

Me gusta creer que desde que le perdí el rastro ha sido usado y abusado, espero que tenga hojas gastadas de tanto leerse y notas al pie con los pensamientos de cada lector.

Esta semana escribí su título en Google y me encontré con lo que será el regalo de este post.

¡Disfrútalo!


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Juramento

Te juro que renacerá un nosotros, no del polvo ni de las cenizas, renacerá de la nada. Te juro que renacerá un nosotros, tal vez no hoy, ni mañana. En el kyros renacerá. Te juro que volverás a la utopía y el delirio regresará a ti, te lo juro por la fuerza de nuestros latidos. Te juro que aún restan lunares por conquistar y miedos por derrotar. Te lo aseguro sin temor a equivocarme que tanto tú como yo no hemos logrado perdonar esta deuda de amor.  Te juro por el sueño que me desvela que moriría por llenar hasta tu último rincón.  ¿Y tú? ¿Qué me juras?

Más grande que otros infinitos

¿De qué te sirvieron tantas noches tras los libros? ¿De qué te sirvieron las montañas de ejercicios?¿Qué falló en la ecuación? Te creí capaz de solucionar cualquier problema que involucrara números... no, no eres tan bueno.  Te daré un chance más, es sencillo, vamos, inténtalo una vez más. Dime cuántos días restan hasta que pueda no recordarte al menos por 24 horas. Dime cuánto tardará cada beso en desdibujarse de mi piel. Dime cuánto tardará mi muñeca en lograr enlazarse a otra. Dime qué tanto debo sonreír mientras me preguntan por ti para lograr que el "no me importa" por fin sea real. Dime a qué distancia debo estar para poder olvidar. ¿Cuántas lágrimas debo derramar para que dejes de doler? Ayúdame a calcular las dimensiones de tu ausencia, me niego a creer que simplemente es un gran infinito, dime que solo es uno pequeño, uno que al menos pueda intentar cubrir  con un amor medio grande. Dime que tu ausencia no es tan extensa como tu amor, dime que es más...

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