Es una pena que después de vos me importe lo que viene después del sexo. No, no llenaste un vacío, me hiciste un hueco. ¿Qué se supone que haga ahora?, ¿buscarte como una loca argumentando que como vos no he de encontrar nada en la vida? Jamás me importaron las frases, imágenes y canciones, las reutilicé en más de una ocasión, descubrí que no es pecado repetir las dedicatorias, pues en medio de nuestro egoísmo humano regalamos al otro lo que nos deleita a nosotros; no importa cuántas veces dedique la misma puta canción, ya no es un secreto que se trata de lo que me hace sentir y no de lo que quiero que sientan; no son tuyas, no lo son... ni las frases, ni las canciones, ni los poemas, ni las estrellas, ni las miradas, ni las sonrisas, ni las fotografías; no lo son y nunca lo fueron, están conmigo y van de mano en mano. Es una pena que después de vos me importe lo primero que veo en la mañana, es una pena que después de vos me importe lo que el homenajeado piense de...